Tu hogar es el lugar al que llegas para descansar, compartir en familia, pasar buenos momentos y desconectarte de las preocupaciones del trabajo. Si cada día llevas el estrés de tus actividades a casa te costará disfrutar de esos buenos momentos, crearás un ambiente hostil y estarás propenso a sufrir depresión, por eso ¡a aprender a relajarse!
- Quítate los zapatos y ponte cómodo. Este solo hecho te ayudará a hacer la transición del trabajo a la casa.
- Una buena ducha siempre ayuda. El agua tiene propiedades relajantes y te preparan para dormir plácidamente.
- Juega con tus hijos o tu mascota. En cuestión de minutos te habrás olvidado de todo lo que tenías en mente para dedicarte a reír y divertirte con ellos.
- Haz algo divertido con tu familia o roomies. Una cena, una noche de juegos de mesa, ver una película juntos o cualquier actividad que te permita disfrutar de una noche agradable.
- Haz un poco de ejercicio. Hacerte una rutina de ejercicio diario antes de llegar a casa te ayudará a relajarte y a dormir como un bebé.
- Encuentra un hobbie. Cualquier actividad que te guste, fácil o difícil sacará tu mente del estrés laboral.